domingo, 13 de noviembre de 2011

Para no preocuparse, sino ocuparse. Soltar las ideas. Fluir.

Ante la duda, varias acciones sencillas pueden ayudarte a encontrar la mejor alternativa (te las paso porque a mí me han dado muy buen resultado):
1 - Darte una ducha y después volver a pensar en el asunto.
2 - Dejarlo para consultar con la almohada. Mañana probablemente se te aclarará un poco la cosa.
3 - Sentarte un rato escuchando tu música preferida. Descansar la mente.
4 - Salir a caminar. Fluye la sangre y se activan las ideas.
5 - Escribir tus alternativas en una hoja en blanco. Después, dejar el asunto y ocuparte de otras cosas. Al siguiente día, releer. Aparecen opciones que, por la ansiedad, de repente no habías contemplado.

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