manchada

La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre.

José Martí

SONIDOS

Mudo de hermosura

La función del arte /1

 Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff,

lo llevó a descubrirla.

 Viajaron al sur.

 Ella, la mar, estaba mas allá de los altos médanos,

esperando.

Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aque-

llas dunas de arena, después de mucho caminar, la mar

estallo ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la

mar, y tanto su fulgor que el niño quedo mudo de her-

mosura.

 Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tarta-

mudeando, pidió a su padre

La función del arte /1

 Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff,

lo llevó a descubrirla.

 Viajaron al sur.

 Ella, la mar, estaba mas allá de los altos médanos,

esperando.

Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aque-

llas dunas de arena, después de mucho caminar, la mar

estallo ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la

mar, y tanto su fulgor que el niño quedo mudo de her-

mosura.

 Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tarta-

mudeando, pidió a su padre

La función del arte /1

 Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff,

lo llevó a descubrirla.

 Viajaron al sur.

 Ella, la mar, estaba mas allá de los altos médanos,

esperando.

Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aque-

llas dunas de arena, después de mucho caminar, la mar

estallo ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la

mar, y tanto su fulgor que el niño quedo mudo de her-

mosura.

 Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tarta-

mudeando, pidió a su padre

Diego no conocía la mar.
El padre, lo llevó a descubrirlo.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin las altas dunas de arena. después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar,  y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre;
-¡Ayúdame a mirar!

Eduardo Galeano, La finalidad del arte, El Libro de los Abrazos.

Pre-ocupaciones





¿ Te das cuenta que la mayor parte de las cosas a las que tememos un poco, nunca suceden ?

¿ Que es más el tiempo que perdemos en conjeturas que el tiempo que efectivamente aprovechamos ?

¿ Que podríamos aprovechar todo ese tiempo de pre-ocupación, en algo productivo ? ¿ O también podríamos aprovecharlo en disfrutar de aquellos instantes buenos que sí tenemos en nuestro presente ?

Fluir. Más allá de la mente.

Cuanto más pensamos en un problema, cuanto más lo investigamos, analizamos y discutimos, tanto más complejo se vuelve. ¿Es entonces, posible, observar el problema en su total amplitud? ¿Cómo podremos comprender todo esto de una manera total? Es evidente que tan sólo se podrá resolver, cuando lo podamos observar como un todo, no en compartimientos, ni dividido. ¿Y cuándo es posible esta observación? Sin duda alguna sólo es posible cuando el proceso de pensar, que tiene su origen en el “yo”, en el ego, en el trasfondo de la tradición, del condicionamiento, del prejuicio, de la esperanza, de la desesperación, llega a su fin.

Krishnamurti

La calma

Relax con Guitarra

Diamantes

  Cada persona es un diamante: algunos, diamantes en bruto, que no parecen brillar tanto, escondidos abajo de una apariencia tosca... Otros, la vida muy de a poco con cataratas de experiencias, va puliendo y facetando. Algunos encandilan, y ocasionan entonces resistencias... Otros iluminan con su sola presencia cada lugar en que aparecen.